Abdominoplastía, cirugía que reduce el abdomen
¿En qué consiste?
No sólo las personas excedidas de peso pueden sentir que su abdomen es demasiado abultado o flojo, otros acontecimientos como los embarazos, el paso de los años y la predisposición genética, pueden hacer que los tejidos de esa zona se tornen flojos o muy voluminosos.
La abdominoplastía es una intervención quirúrgica que practica un cirujano plástico para eliminar el exceso de piel. En muchos casos, también repara los músculos debilitados o separados, creando una pared abdominal más lisa y firme.
Requiere de anestesia general y cuando se ingresa al quirófano, el médico realizará una serie de cortes, estirará toda la piel sobrante hacia abajo del abdomen y la extirpará totalmente. Previamente, habrá marcado las zonas a trabajar.
La magnitud de la cirugía depende de la cantidad de piel a quitar -no es lo mismo retirar la piel sobrante después de un embarazo que cuando una persona adelgazó 50 kilos-. Este factor también determina el número de cicatrices y el tamaño de las mismas.
Expectativas reales
Esta cirugía no sustituye las dietas ni el ejercicio. Aunque los resultados de una abdominoplastía duran mucho tiempo, las fluctuaciones importantes de peso pueden reducir en gran medida un resultado positivo.
Otra cosa que la abdominoplastía tampoco puede corregir son las estrías, aunque éstas puedan eliminarse o mejorarse si están localizadas en la zona de piel excesiva que va a ser extirpada, que casi siempre es debajo del ombligo.
Las mujeres que están planeando tener hijos en el futuro, o que desean hacer un régimen para bajar de peso, deberán evitar esta intervención.
¿Cómo decidir lo correcto?
Además de estar convencida del realizar la cirugía, debe evaluar el estado general de salud, estar bien informada sobre lo que implica y sobre la idoneidad del cirujano que interviene. Y sobre todo, tener un motivo que lo justifique, por ejemplo, si el abdomen realmente es un problema que baja su autoestima o le hace sentir molesta todo el tiempo.
Posibles riesgos
- Problemas con la anestesia.
- Cicatrización desfavorable o muy lenta.
- Hemorragia (hematoma).
- Dolor.
- Infección
- Acumulación de líquidos
- Cambios en la sensibilidad y coloración de la piel;
Recuperación
Una vez que haya pasado la operación, la paciente es vendada y permanece internada por un período de 3 días aproximadamente.
Una vez pasados ese lapso, le colocarán una faja compresiva (muy importante para que la piel vuelva a su sitio) y luego podrá volver a su casa. Tal vez deba tomar antibióticos por unos días.
Es recomendable que en los días próximos a la operación no realice ningún tipo de esfuerzo físico, para que los puntos no se salgan y cicatrice bien la herida.
Otro factor vital para obtener el mejor resultado es seguir todas las instrucciones que el médico le brinde: el cuidado post-operatorio es un punto que determinará el éxito de la curación total.
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